El proyecto comenzó cuando Adrián y Enrique nos llamaron porque necesitaban nuestra ayuda. Tenían una idea clara, querían reinventarse y ofrecer su servicios como abogados en Internet pero no sabían cómo.

Idea

Nos pusimos manos a la obra sin pensarlo un segundo. Quisimos que toda su identidad plasmase la seriedad y profesionalidad reflejada en su trabajo con el cliente pero intentando huir de lo ya establecido por otros abogados del sector. Es decir, que se sintiesen como parte del sector de la abogacía pero diferenciándose del resto con pequeños detalles que los hiciesen únicos y especiales.

¿Qué hicimos?

Fue todo un reto porque el proyecto lo englobaba todo comenzando por el naming del despacho, siguiendo por un diseño gráfico y web completo y llegando a un seguimiento de los contenidos del apartado de blog de su sitio web. Todo esto se desarrolló con la identidad de marca muy definida y con unos objetivos de negocio marcados. Y como resultado obtuvimos un proyecto integral coherente con los propósitos y puntos clave que nos había aportado el cliente.